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Don Claudio, en 1989, concurre a una travesía Rosario-Paraná al mando de una Vespa 150 modelo 80. A causa de una avería, se procede a desarmar el motor a la vera de la ruta, descubriendo el "pistón pinchado", siendo este su primer sobrenombre para derivar luego en "Pistón".


Junto a Tito hicieron su incursión en las motos antiguas luego de concurrir ambos en moto japonesa al IV Rally en Córdoba, donde recibieron premio por haber ayudado como vehículo de apoyo. Muy entusiasmados decidieron la compra de una moto antigua para seguir concurriendo a los rallies. La suerte se hechó de su lado (jua !, jua !, jua !), y tras un corto tiempo consiguen la Harley Davidson blanca con Sidecar con carburador de Dodge 1500.


Tras no poco renegar ambos muchachos se embarcan hacia su primer rally (con su propia moto antigua) a la ciudad de Mar del Plata....

El joven Esteban, conocido localmente como "Tito", en su primer rally comienza a ser conocido como "Ojitos", debido al parche en el ojo con que se presenta el último día del rally.

 

Entre sus averías de Harley es de destacar que el día de su casamiento el tipo llegó al civil en una BMW prestada... es decir, No llegó! ya que quedó un par de cuadras antes.

 

No coforme con eso, cuando estaba llendo a su fiesta de casamiento (si, del mismo) en su HD con sidecar... se quedó sin nafta !!!

 

Sin dudas uno de los más aplicados para la presidencia.

Mientras se desempeñaba como barman en el legendario bar "La Cooperativa", Gonzalo conoce a un extraño parroquiano, quien lo impulsa a comprar una Royal Enfield 350 en estado calamitoso...


Luego de cambiar el cuadro, restaurar horquilla y embellecerla un poco consigue hacer viajes cortos (nunca más de 30 Km incluyendo soga). La suerte lo acompañó (¿lo acompañó?) y consigue comprar la Royal 500 de su amigo Rodrigo, tras lo cual se deshace de la 350.

 

Entre sus hazañas figura el viaje a Bariloche (1800 km de Rosario) junto al joven Rodrigo. La hazaña no es el largo trayecto recorrido, sino que a su regreso logró fundir la Royal Enfield llegando a Bahía Blanca. Es de recalcar que pese a los 5 días que llevo el viaje de ida, fue premiado en la diminuta localidad de Plottier con una multa por exceso de velocidad a la friolera de 72 km/h.

 

Entre sus continuas hazañas de roturas e implociones de motor, es de destacar su actuación por partida doble en el XXIII Rally, que lo catapultó a la presidencia de la S.M.M. No conforme con destruir su Royal Enfield, en el viaje de regreso desintegró el cardan de su Honda Goldwing 77...

Ya desde pequeño, Don Guillermo disfrutaba viendo las motos de un extraño vecino, quien en una oportunidad pasó remolcando un Jeep Willis con una Harley Davidson. Su entusiasmo por las motos antiguas le llevaron a comprar unos cajones con los que se suponía era una Norton 500 ES2 1949. Su tezón y afición por la mecánica lograron -tras largo camino por talleres y aledaños- poner en marcha la Norton, con la que realizó no pocos viajes a Córdoba (400 km) y un frustado viaje a Bariloche (como consecuencia de la rotura de la Honda nosecuanto que lo acompañaba).


Entre sus roturas poco conocidas podemos mencionar la vez que cambió un pistón agujereado al costado de la ruta, allá por Villa María. "Viejo, mandame el pistón que está en tal cajoncito...", fue su único llamado de auxilio. Horas despues, encomienda mediante, cambiaba el pistón y seguía viaje a Córdoba...


"La Norton con batería de madera" lo acompañó durante años, hasta hace no mucho tiempo, y si bien dice no extrañarla demasiado, no puede ocultar el brillo en los ojos cada vez que se sube a alguna monocilíndrica de un amigo.

En 1988 Rodrigo compra la Siambretta que hoy descansa hace años en el fondo. En 1990 decide la compra de una moto mas grande y deja pasar por alto una Vincent H.R.D. por recomendación del vendedor: "Un cilindro: un problema; dos cilindros: dos problemas !!!", comprándose una Royal Enfield 500 J2 de 1949.

 

Ese año compra unos fierros oxidados parecidos a una Gilera 500. En 1992 Vende la Royal Enfield y compra la famosa "La Chola", con la cual obtiene el "Premio a la peor moto" en el rally de Mendoza de 1992.

 

En 1993 junto a su inseparable amigo Gonzalo, realizan un viaje a Bariloche, tardando 5 días en llegar ... Ese mismo año compra una Indian 500, 741-B de 1941, con la que concurre a un rally de Córdoba. Luego la desarmaría "para pintar nomás", concluyéndola varios años dispués.

 


Con extraño sobrenombre de origen desconocido, el joven Seba junto a su hermano Diego, ingresa al mundo de las Motos Antiguas a bordo de una Siambretta 125 Standard, con la que participa del 1er encuentro del ARMA.


Deseoso de probar más potencia, en 1992 compra una Norton 500 ES2 1947 (mistoriosamente aún en funcionamiento!), con la que comienza a participar de numerosos encuentros y rallies. Entre sus hazañas figura el "Premio al primer abandono", logrado en el ??? Rally, como consecuencia de la perforación del piston (el muy guacho dejaba escapar toda la compresión). Esta moto lo acompañó muchos años ens sus aventuras...

 

En 1998 un rebrote del "mal de despecher" le impulsa a comprar una Capri 75 cc (¿o Garelli?), en perfecto estado de oxidación, que le valiese una reprimenda de su señora.

 

Con trabajo, esfuerzo, dedicación y espíritu logró sacar adelante la Capri, para ¿inteligentemente? cambiarla por una Honda 500 aguatera con la que está renegando en estos momentos...