La Sociedad de los Motores Muertos

Año del jopo, número 3.

Vaya que estuvo divertido el rally. No se si por los amigos que volvimos a encontrar o por el surtidor de vino tinto y la fuente de clericó (que apagaban nuestra sed y encendían nuestra alegría), lo cierto es que disfrutamos mucho de todos estos días andando en moto por la costa atlántica.

Antes del rally: Como siempre, decidimos ir al rally faltando apenas unos días, con muy poco tiempo para hacerle algo a la pobre moto, ni siquiera limpiarla. A falta de camión, terminamos consiguiendo un trailer el día anterior, y terminamos de conectar las luces a la 1.30 hs de el día que teníamos que viajar. Obviamente la tarde anterior se rompió una insignificancia de la moto, que si no fuese por la ayuda de los amigos que quedaron sin ir, nosotros tampoco íbamos. Cha gracias Guille!. A eso de las 20.00 hs Aparecieron por Rosario el Naco con su Dominator, Daniel sin moto (quedó a 70 km de Córdoba) y el Ninfo con una válvula doblada. Se llegaron hasta el taller del Guille y luego de reparar la válvula siguieron viaje al día siguiente.

La recepción: Nada mas grato que ir viendo aparecer caras conocidas. "Alla esta fulano, y creo que mengano tambien viene". "El que no va a venir es el coso ese de la Royal, que anda trabajando por las uropas...". Se inscribieron algo mas de 80 motos: grandes, chicas, motonetas, de colores, limpias, sucias, super originales y no originales, o sea de todo. También había nuevas, japonesas y americanas; tendríamos que pincharles la rueda de atrás, o mejor prenderles fuego, así sufren un poco esos guachos. Por la noche echamos mano al surtidor de vino tinto muy bien puesto por los organizadores. No tan tarde arribaron los cordobeses que habíamos dejado en Rosario.

1er día: Costó levantarse, pero finalmente salimos para Balcarce a eso de las 9.30 hs. Las peleas de siempre con la gente de la regularidad para que no nos mezclemos los que la hacen con los que no la hacen. Por suerte a algún genio ya se le ocurrió que para el próximo rally los que corren usen un brazalete de color, así lo pueden diferenciar los controles secretos. Algunas motos empezaron a palmar, pero ninguna de la S.M.M.

En Balcarce estuvimos poco tiempo, ya que habíamos hueveado bastante con las paradas en la ruta, así que me quede otra vez sin ir al Museo de Fangio. El regreso se hizo por otra ruta bastante tranquila, pasando por las localidades de pipí, cucú, y popó. Llegamos a la estancia "La Calandria", donde recibimos muchas sorpresas: una hermosa fuente colocada en el jardín, la cual vertía clericó, nos ayudó a apagar nuestra sed; empanadas y una paella estaba buenísima (a mi me da que según los entendidos asco). Lo mejorcito fue para el postre.

Resulta que el sr. Andrés (propietario de la estancia) se ha vuelto más que fanático de las motos antiguas, así que decidió armarse un museo particular: Norton Internacional, Harley varias, Indians de varias edades, Zündap, Guzzi, Gilera, Indian con sidecar, bicicletas muy antiguas (había una con cardan), una pianola, patentes de carros, y otras cosas para deleitarse.

Antes de la cena algunos socios de la S.M.M. aprovechamos para hacer un poco de mantenimiento. De pronto estabamos el Seba Pacheco, Tito y yo arreglando distintas niñedades a nuestra respectivas motos.

Almorzamos en un restaurante sobre la playa, y luego algunos afortunados pudimos apreciar a un musculoso hombre haciendo estragos en la mar. Ese hombre de rosa slip y tupida barba era nada menos que nuestro amigo Jorge Díaz, quien no se achico ante el frío (o por lo menos no se le notó).

Salida en carabana hacia Clericó.., perdón, Cariló. Recalentadas de embrague, bujías empastadas y demás males que les ocurren a las motos en estas circunstancias. Tendrían que habernos dejado ir al caño... El regreso otra vez a fondo (con el Seba Pacheco llegamos entre los primeros), ya que las luces escaseaban y había que llegar de día.

En la cena, entrega de presentes por parte de los marplatenses. El conjunto musical sí que nos sorprendió. El morocho del teclado pintaba como para cantar temas de la Mona Jiménez, y sin embargo se despacho con temas en inglés de: The Beatles, U2, Credence, Queen, Dire Strait, etc. Excelente!

Los que todavía tenían pilas se fueron de pachanga a un bar de motoqueros, allá por Luro al 4000, muy bonito, con algunas motos en su interior, pero poco elemento femenino.

Mientras los comenzales mascaban los chorizos, choclos y asado, se hizo entrega de los distintos premios. Estuvieron ausentes los premios al primer abandono, o a la peor moto. Sin embargo ninguno de la S.M.M. lo hubiese merecido...¿Qué nos esta pasando, muchachos?. Dentro de la regularidad nuestro Tito Piaggio obtuvo el décimo puesto, además del primer premio en las pruebas de habilidad conductiva. Primero en regularidad resultó Héctor Llanos de La Plata con una Gilerita, segundo Eduardo Rico de la misma localidad y tercero Jorge Díaz de Córdoba. En las pruebas de velocidad constante salió primero Mario Juszczyk (el polaco), 2do Enrique Sidercol y 3ro Claudio Rodo.

Terminado el almuerzo, música mediante, siguió la retirada de la mayoría de los participantes hasta el próximo rally....

4to día: A eso de las 7.30 hs. Don Pantera ya estaba listo, con todos los bolsos cargados en su Indian 1200. Un sol radiante nos esperaba en la ruta (lástima que los organizadores no lo invitasen al rally). Desperté al resto del grupo (Naco con su Norton Dominator y Alejandro con su Jarlei pororera), y luego de unos mates arrancamos a eso de las 9.00 hs para los Güenos Aires. Parada obligada a desayunar luego de 100 km. Otros 200 km y estábamos en Chascomus a eso de las 14.00 hs. Almorzamos unos sánguches con cervezita a orillas de la laguna y continuamos viaje. Durante todo el viaje un fuerte viento del N.O. nos impedía pasar de los 160 km/h (sumando las 4 motos). No se a que altura agarramos un atajo de esos que recomienda Pantera. Luego de auxiliar a un motero que había perdido el eslabón de unión de su cadena, arribamos a la casa de Daniel a las 18.00 hs. Largo, pero entretenido.

Por la noche reunion con los muchachos: Harry, Alejandro, Mario, Juan Carlos, Pantera, Naco y yo. Pizzas muy ricas hechas por las propias manos de Alejandro (se notaba el gusto a aceite jarley). A eso de las 1.30 hs cambié el cable del embrague que estaba medio feucho y venía jodiendo. Todo listo.

5to día: Ni ahí que nos levantamos a las 6.00 como habíamos planeado. Luego de unos mates arrancamos de lo de Pantera a las 9.00 hs. Como no puede ser de otra manera a las 5 cuadras se cortó el cable del acelerador de la "Yilera". Insultos varios y luego de 20 minutos seguimos viaje. Bastante estresante la Gral. Paz (¿por que le habrán puesto paz ?). De vez en cuando el Naco frenaba delante de mí ya que no le daba el ancho de sus alforjas aerodinámicas; yo le frenaba ahí, justito. Acceso Norte al caño, como para que no te atropeyen. Al ratito paramos a cargar nafta. Un par de horas más y vuelta a parar a tomar algo calentito. Pese a haber sol hacía mas frío que todos los días anteriores. A eso de las 13.30 hs nos despedimos con Naco en el cruce de la ruta nosecuanto. 14.00 hs: se detuvo el motor de La Chola en la puerta de casa. Ahora sí, terminó el rally.

FICHA TECNICA
Propietario: Anibal "el ingeniero" Martinez (Chivilicoy - Bs. As.)
Marca: Peugeot
Modelo: ??
Año: 1912 a1914
Motor: Bicilindrico en V
Cilindrada: 380 c.c.
Encendido: por magneto
Transmisión: directa a la rueda por correa de cuero, sin embrague
Lubricación: perdida, por bomba manual

Orgullosos de tener esta joya en nuestros pagos, y la suerte de que haya caido en manos de este ya gurú de los fierros: El ingeniero. La historia es típica: En el fondo del altillo, bajo toneladas de fierros, propiedad del padre del viejo dueño del taller del pueblo de al lado. Que vení otro día que tengo que limpiar, que no se cuanto pedir, que lo conoci a tu papá, que bueno, dame unos dólares y llevate todo (La moto en cuestión muy completa y errumbada, una también muy vieja New Hudson y el cuadro de una FN cuatro).

Luego la historia es lógica: un año rescantado piezas rescatables y reproduciendo las irrescatables. Y luego la puesta a punto en la calle, tarea nada fácil. Sorprendió la facilidad de la puesta en marcha y la agilidad con que levantaba vueltas, aunque sus válvulas automáticas le impedian levantar mas de 2500 RPM según el propietario. La lluvia del domingo impidió la tentadora prueba en pista. Será en el proximo rally.

No es nuestra costumbre quejarnos de las fallas organizativas, ya que a esta altura no tiene sentido. Pero hay algo que no podemos dejar de pasar por alto. Luego de hacer el ida y vuelta a Pinamar, en total unos 240 km, debieron haberse repartido unos marcadores para dibujarse la raya, o contratado un par de buenas mozas para dar masaje a los muchachos. Lo que muy pocos saben es que esta falla en la organización obligó a los fornidos y varoniles motoqueros a darse masaje entre ellos bien cerrada la noche, provocando algunos malentendidos y otros no tanto, ya que a la mañana siguiente se podía apreciar entre ellos una mirada muy pícara, incluso se comenta que se han formado nuevas parejas, aunque algún trío, como muestra la nota gráfica.

Pese al tiempo pasado desde el anterior rally en Córdoba, todavía no se ha podido destronar al actual presidente, Gonzalo Adolfo Guillen, quien en el mencionado rally no solo hizo implotar su Royal Enfield del 49 ("un año de taller para dos días de gloria"), sino que en su retorno a la ciudad de Rosario rompió también su Honda Goldwing del 79, haciéndose acreedor de manera inmediata (y sin acto mediante) de la presidencia de nuestra famosa agrupación.

Cortes de luz en Rosario:

¿Por qué las Harley ya venian con sidecar?

- Para poder agregarles el equipo de gas....