Breve Biografía no autorizada de Joseph Lucas

LUCAS, PRINCE OF DARKNESS

 

Hijo de John Lucas, "el rey", el día que nació un extenso manto de nubes cubrió el firmamento, oscureciendo todo el poblado...

- Joseph!, Joseph!,  deja ya de jugar con las luciérnagas y ven a cenar!


Joseph encerró el último bichito de luz en una preciosa cajita de vidrio (alhajero de la abuela) y la colgó sobre el manubrio de su bicicleta.

 

- Mother!, Mother!, !puedo ver el cami.. CRASH!!!

 

Los bichitos escaparon volando mientras Joseph -conocido por este episodio como "Lucas, el príncipe rengo"- se retorcía de dolor en el piso con un rayo de madera que le atravesaba el muslo.

 

Uno de sus compañeros de primaria, sir Arthur Mac Dowell, lo recuerda de esta manera:  

 

- "siempre andaba queriendo atrapar luces, se maravillaba por una simple lámpara de kerosene y perseguir las 'luces malas' de los campos. Cada dos por tres se prendían fuego sus ropas al querer guardar una cerilla encendida en sus bolsillos. Por eso le decíamos 'huevo quemado Lucas'..."

A la edad de 18 añitos conoció por primera vez un farol de carburo. Luego de pagar la suma de 16 peniques por este magnifico invento, y recibirlo encendido de manos del propietario de la tienda, apagó precipitadamente la llama de un soplido sin cerrar la válvula y guardó el farol entre sus ropas. Por cada lugar del vecindario, desde la tienda a su casa, mostró su farolillo sin llegar a encenderlo. Es por eso que en el barrio lo recuerdan como "Lucas, el príncipe oloroso".

Sus primeros contactos con la electricidad no fueron de los más afortunados. Resguardándose de una tormenta bajo un frondoso ciruelo, recibe la descarga de un rayo en su trasero, recordándolo el médico del hospital como "culo quemado Lucas".

 

Mas este hecho cambiaría su vida para siempre. Consciente de la gran cantidad de energía de la que fuese testigo, comienza sus estudios en la 'Bosther University'. Durante los siguientes 5 años realizará todo tipo de experimentos en su incansable búsqueda de dominar la luz

Franklin ayudando a Lucas
Franklin ayudando a Lucas

Su compañero de estudios Benjamin Franklin lo recuerda:

 

- "... era un pésimo estudiante y peor científico, incapaz de relacionar los hechos observados o deducir algo lógico de ellos. El famoso evento del barrilete que es atribuido a mi persona, le ocurrió en realidad a Sir Lucas. Cuando me acerqué a ver que estaba investigando, Joseph rascaba su cabeza en señal de desazón y examinaba una pequeña caja de baquelita negra atada al otro extremo del sedal, buscando el rayo en ella, sin entender cómo no había quedado atrapado el mismo. Es por eso que entre los compañeros le conocíamos como 'Lucas, el príncipe tonto' ".

 

Considerados agotados los conocimientos que le podía proveer la 'Bosther University', Lucas se dedica a recorrer la comarca ganándose la vida contando cuentos en las plazas de los pueblos sobre luces malas y apariciones, siendo recordado por los niños de la zona como "Lucas, el príncipe bolasero".

"solo tuve que cambiar la lamparita..."
"solo tuve que cambiar la lamparita..."

Una vez agotada la comarca, se dedica a recorrer el vasto mundo, llegando un día a los pagos de Thomas Alva Edison. Enterado Joseph de un inventor que había logrado atrapar la luz, golpea a su puerta. Sir Tomas lo recibe con cortesía y muestra su invento al extraño, quien verde de envidia -mientras el anfitrión prepara un té en la cocina-, hurta la lamparilla y sale corriendo a través del campo de cardos para no ser perseguido. Sir Thomas lo recuerda:

 

- "... es una pena que no se haya quedado a escuchar la explicación sobre la generación de energía eléctrica. Si hubiese robado el dínamo los estudios habrían demorado otros 5 años; por suerte solo tuve que buscar otra lámpara bajo la mesa..."

 

Por este vergonzoso suceso es conocido como "Lucas, el príncipe choro".

Bosch y Lucas festejando...
Bosch y Lucas festejando...

De vuelta en su laboratorio, Lucas pasa los siguientes 3 años tratando de hacer funcionar la lamparilla. Agotado y estresado por sus sucesivos fracasos decide tomar unas cortas vacaciones en Alemania. Es allí donde conoce a un joven apuesto de apellido Bosch con el que entabla una profunda amistad. Juntos intercambian experiencias y conocimientos, logrando finalmente -gracias al joven Carl- desarrollar una dínamo que genera la suficiente energía eléctrica para que la lámpara hurtada ilumine el taller. Los festejos de esa noche se extendieron por 3 días consecutivos para Lucas, ganándose el mote de "Lucas, el príncipe de los borrachos".

Bosch relata en su diario por esos días:

 

- "... con Lucas entablamos una linda relación. Siempre muy generoso, insistió en ser él quien pedaleara la bicicleta fija a la que estaba adosada la dínamo. Estuvo pedaleando 12 horas diarias durante 3 meses y 23 días hasta que logramos iluminar la habitación...". Y sigue "...Al partir hacia su patria no quiso copiar los planos del invento por miedo a que se los roben...". Mas adelante "...Hoy recibí por encomienda venida de Londres el dínamo fabricado por Lucas. Lo sometí a numerosos estudios sin llegar a comprender cómo el aparato absorbe electricidad en vez de generarla...Ah! Joseph, Joseph, el príncipe de los inútiles..."

luciernagas por lamparita
luciernagas por lamparita

Mientras tanto, en su Londres natal, Lucas "iluminado" por su descubrimiento, entra en una etapa netamente creativa, diseñando faroles, acumuladores, reguladores de voltaje, cables especiales, etc. Su primer farol era un viejo diseño de su infancia, farol trasero a luciérnaga de bicicleta, cambiando la luciérnaga por una diminuta lamparilla.

(dramatización)
(dramatización)

Joseph crea así una gran empresa que acapararía la iluminación de la industria automovilística y motociclística de su país. Maduro, sereno, con una paz interior por saber realizado su sueño (y su abultada cuenta bancaria), dedica ahora su vida a encontrar en el cielo ese astro del que tanto hablaba la gente, que vivía por encima de las nubes que lo acompañaran desde su nacimiento por todo el espacio y tiempo, esa cosa que iluminaba durante el día y que nunca había conocido.

Un verano de Egipto, luego de meses de espera, tras una insólita catástrofe natural jamás conocida en este país (un manto de nubes cubrió al país entero el día de su arribo), el sol asoma para Joseph.

 

Embelesado por su luminosidad y belleza, pasa todo el día admirándolo, anonadado, boquiabierto, y consigue una ceguera que lo acompañaría hasta el fin de sus días, consiguiendo el apodo por hoy todo el mundo conocido: "Lucas, el príncipe de la oscuridad".

Fallece el día de su muerte, a los 86 años.

 

El sol volvió a brillar sobre su tierra natal.

Olegario